Prueben a meter en una batidora un buen chorro de “más de lo mismo”, con unas gotitas de “oh, sorpresa”, unas cuantas cucharadas (soperas) de Neil Patrick Harris, algo así como una docena de cortes publicitarios en tres horas… y tendrán como resultado la 61 Edición de los Premios Emmy, los galardones más prestigiosos del mundo de la televisión.Tras el fracaso de audiencia de la anterior edición, los mandamases del sector televisivo decidieron ampliar el número de candidatos en ciertas categorías con la esperanza de reenganchar a esa parte de los televidentes que había perdido interés por una gala en la que sus series favoritas no tenían nada que hacer.
El resultado ha sido una ceremonia falta de ritmo, con presentaciones interminables y con un conductor (Neil Patrick Harris) que, pese a sus esfuerzos, no ha logrado estar a la altura del papel desempeñado por Hugh Jackman en la entrega de los Oscar o por él mismo en los Tony.
Por lo que respecta a los premios, alguna que otra sorpresa en las categorías interpretativas donde Kristin Chenoweth (Pusing Daisies) y Jon Cryer (Two and a Half Men) se llevaron los galardones como Mejores Actores de Reparto en Comedia, mientras que en Drama fueron Michael Emerson (Lost) y Cherry Jones (24). Como intérpretes principales, Toni Collette (United States of Tara), Alec Baldwin (30 Rock), Glenn Close (Damages) y Bryan Cranston (Breaking Bad) fueron los que se hicieron con la estatuilla.
Tampoco hubo sorpresas a la hora de conocer cuáles han sido las mejores series del año: Mad Men y 30 Rock, que repiten victoria y suman, tras esta noche, unos cuantos premios más a la ya larga lista de preseas acumuladas. Esperemos que esto sirva para que a los señores académicos se les encienda la bombillita: calidad y cantidad (de espectadores) tampoco son lo mismo en el mundo televisivo.
Desde luego, uno de los premios que más aplaudí fue el que quedó en manos de Michael Emerson. Es uno de los grandes de "Perdidos".
ResponderEliminarPor lo demás, un peñazo de gala.
Saludos